TAI CHI
Consiste en una secuencia de movimientos lentos, circulares, relajados, suaves y flexibles que, combinados
con la respiración adecuada y la concentración mental, transmiten un sentimiento de armonía y serenidad.
Los beneficios en la salud se atribuyen a su práctica y es popular
por el hecho de tratarse de una disciplina apta para todas las edades, sea cual sea su condición física, que busquen una actividad moderada que les permita conservar y mejorar su salud.
Según
la medicina tradicional china, el cuerpo está rodeado por canales (meridianos) por donde circula la energía (chi), la enfermedad aparece cuando hay un bloqueo energético debido a la mala alimentación, estrés, etc y
se produce un desequilibrio. El ejercicio continuo en esta disciplina, permite que la energía fluya de modo natural y el cuerpo logre reequilibrarse por sí mismo. El “chi” es como el agua de un río, no podemos empujarla pero
sí dirigirla y favorecer su circulación limpiando o eliminando obstrucciones en su cauce. El primer objetivo es la salud y equilibrio psíquico, es la base para el desarrollo del espíritu. Generar una fuerza interior que se
expresa en paz, mente centrada y creatividad ante las influencias externas.
Previene la osteoporosis, artritis, mejora los sistemas nervioso, respiratorio, digestivo y circulatorio. Se flexibilizan las articulaciones,
los músculos se tonifican y los ligamentos se hacen más elásticos. Estimula la memoria, concentración y coordinación. Aclara y calma la mente.
Todas las personas somos una unidad
en cuerpo, mente y emociones. Las emociones crónicas afectan al organismo, la práctica de Tai Chi es buena para prevenir y superar estados depresivos, de angustia y ansiedad, siendo muy efectivo como complemento a tratamientos médicos.
Practicamos la forma de la Escuela Yang.
"Primero debes estar tranquilo; luego, tu mente podrá estar serena. Una vez que tu
mente esté serena, estarás en paz. Sólo cuando estés en paz, serás capaz de pensar y progresar finalmente". Confucio