Un poco de calma mental: observar tu respiración, tomar conciencia de tu cuerpo, desconecta del exterior y sumergirte en tu interior para conectar con la Fuente de todo y enlazarte
a tu verdadera naturaleza, a tu esencia. Y así, por medio de la práctica, una vez que hayas aprendido a calmarte, esta técnica puede servirte para acceder a niveles más profundos de tu Ser.
“Cuando la gente vive con intenso movimiento, tiene dificultades para encontrar calma, pero la mente es como el agua: si se mueve, no permite ver el reflejo de la luna y las estrellas en su superficie;
en cambio, cuando está limpia y calma, en pocos minutos trasluce lo que hay en la profundidad y refleja todo. Cuando una persona está habituada al movimiento excesivo, ni siquiera sabe quién es. Yo les digo que se sienten en silencio y
que miren en su mente.” Khenpo