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La Órbita Microcósmica (cómo practicarla)
Es importante saber que dentro de los 24 principales canales de energía, el cuerpo humano tiene dos particularmente fuertes: El Meridiano VASO CONCEPCION o Ren Mai (color verde en la ilustración) y El Meridiano VASO GOBERNADOR o Du Mai (línea de color azul).
La energía de los dos unidos, cuando hacemos el ejercicio de mover el Chi, que se detalla más adelante, constituye la práctica de la Órbita Microcósmica, cuyo recorrido se ve en la foto.
Los dos meridianos se comunican en armonía, incrementando el flujo de Chi y enviando energía y vitalidad a todo el cuerpo. La energía es percibida, transformada y absorbida
por cada punto u órgano que la necesite.
Mediante visualización, se conduce el Chi (energía) a través de los dos meridianos conectados, de
la siguiente manera: - Sentados en el borde de una silla con la espalda recta, las manos sobre los muslos, los pies separados apoyados en el suelo. Cierra los ojos y concéntrate
en el ombligo sintiendo la energía de tu respiración por unos momentos. Puedes ayudarte visualizando una bola de luz cuyo tamaño se incrementa a cada inspiración. - Comienzas el recorrido de la órbita visualizando un cordón de luz blanca que parte del perineo (zona ano-genitales), sube al sacro, por el centro de la espalda, recorre la columna subiendo
hasta la nuca, sigue a coronilla, frente, nariz y encía superior (coloca la punta de la lengua) - Visualizas el cordón de luz que baja por el centro de
la barbilla a la garganta, centro del pecho, vientre, bajo vientre y acabas cerrando el circuito de la Órbita en el perineo. - La respiración: inspiras
cuando sube la energía desde el perineo hasta la lengua (en figura linea azul) y exhalas cuando baja desde barbilla hasta el perineo (en figura línea verde). Según
el tiempo de que dispongas, puedes hacer varios circuitos completos.
LOS 7 CHAKRAS PRINCIPALES y sus funciones
- PRIMER CHAKRA (Muladhara): Asociado con
el color rojo y con el elemento tierra, este centro energético es chakra de nuestro sustento y nuestra supervivencia. Está ubicado en la base de la columna vertebral y se puede decir que es nuestra raíz, aquello que nos da arraigo física
y emocionalmente. Es la energía que nos provee la sensación de tener las necesidades básicas satisfechas, del cuidado del cuerpo y la estabilidad material y seguridad emocional primordiales. En el cuerpo, es el chakra que se relaciona
con el intestino, las piernas, los pies y la base de la columna.
- SEGUNDO CHAKRA (Svadhisthana): El segundo chakra vibra en color naranja y es el chakra que nos permite abrirnos al fluir de la vida. Su elemento es el agua. En el cuerpo, está relacionado con las caderas y los genitales,
los órganos reproductivos, los riñones y la vejiga. Un equilibrio de Svadisthana chakra se representa en sensibilidad y la receptividad. Constituye una apertura hacia las experiencias de la vida, hacia el asombro permanente, hacia la magia de
aquello que se tiene alrededor, la aceptación del cambio y el disfrute de las experiencias sensoriales. Por esto, se concibe como el chakra de la sensualidad y de las emociones vividas de una manera sana y gratificante.
- TERCER CHAKRA (Manipura): Este chakra está asociado con el color amarillo
y está ubicado en el plexo solar. Sus funciones se relacionan con el sistema digestivo y simbólicamente, con el fuego interior de cada uno. Su elemento es el fuego. El tercer chakra tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la
propia vida, en la capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo. Es el centro energético relacionado con la confianza en uno mismo. Esta pulsión nos ayuda en la toma de decisiones y el enfrentarse a los riesgos, a establecer
límites y necesidades ante nosotros mismos y los demás, y nos da voluntad de logro. Tiene que ver con los principios sobre los que decidimos vivir.
- CUARTO CHAKRA
(Anahata): El chakra del corazón actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico,
al cual pertenecen los tres primeros chakras y la dimensión espiritual, al cual están ligados los tres siguientes, siendo el chakra del centro, el cuarto. Su elemento es el aire y está relacionado con las vías respiratorias. Está
localizado en el corazón y abarca la parte superior del pecho. De color verde o rosado, nos empodera y revitaliza con la fuerza del amor incondicional: la compasión, la unión con todo lo que se manifiesta en el mundo como energía
divina, la armonía, el amor de pareja y de familia, la amistad, el amor hacia nosotros y la conexión con la existencia.
- QUINTO CHAKRA (Vishuddha): El primer chakra de nuestro ser trascendente está relacionado con la purificación, que nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la conciencia, y con la voz de nuestro espíritu.
El quinto chakra tiene una vibración azul turquesa y su elemento es el éter. Está ubicado en la garganta, y en el cuerpo se relaciona con el cuello, la garganta, la mandíbula y los dientes. Es el centro energético de la creatividad
y la comunicación, por lo que es la energía que se activa con la escritura, el canto, el expresarse con claridad y saber escuchar. También se asocia con el sonido y con el poder sanador de las vibraciones, de donde se origina la energía
de todo lo que se manifiesta.
- SEXTO CHAKRA (Ajna): Ajna
chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este chakra está localizado en el área que en la tradición india llaman "el tercer ojo”, en el entrecejo, aquel que se define como el contacto con otros niveles de conciencia.
Físicamente su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de conectarnos con el espíritu y
la sabiduría universal. Propios de esta rueda energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de las visualizaciones.
- SEPTIMO CHAKRA (Sahasrara): Este es el chakra de la conciencia pura. Por lo general se asocia con el color
violeta, aunque su energía es también de color blanco: la más alta vibración y aquella que abarca todos los colores existentes. Está ubicado en la corona, y representa la espiritualidad. Su elemento es el pensamiento, por
lo que contiene el poder de la mente: las energías vibracionales que permean las otras fuerzas vitales y crean las experiencias. En el cuerpo, su vibración se manifiesta en los huesos y la piel. Este es el chakra que nos conecta con el infinito,
con el sentido de la vida y la devoción y que por esta razón se representa como una flor de loto de cien pétalos. El séptimo chakra nos sintoniza con la divinidad y la gracia de nuestro ser verdadero.
LOS NADIS O CANALES ENERGÉTICOS
El prana, la energía vital que proviene de los chakras, circula a través del organismo gracias a una red extremadamente fina de 72.000 canales sutiles denominados nadis, una
especie de arterias intangibles que resultan comparables en concepto a los meridianos de la medicina tradicional china. La palabra «nadi» procede del sánscrito y
significa «tubo», «vaso» o «arteria». Su función consiste en conducir el «prana» o energía vital a través del sistema energético no material.
La medicina ayurvédica considera 14 nadis principales que se originan en la base de la columna vertebral, dos en el centro del cuerpo, seis en el lado derecho
y seis en el lado izquierdo, distribuyendo así la energía a todos los órganos vitales. De estos 14 nadis el más importante es el SUSHUMNA que sube desde la base de la columna vertebral hasta el eje cerebroespinal,
entre los dos hemisferios cerebrales. Otros dos nadis importantes son IDA, que representa el principio femenino y va desde el lado izquierdo de los genitales y hasta la fosa nasal izquierda, y PINGALA, que representa el principio
masculino y va desde el lado derecho de los genitales hasta la fosa nasal derecha.
Corrientes de Energía
En la anatomía oculta del hombre hay dos corrientes principales de energía o nadis, que fluyen en los lados derecho e izquierdo y que son positivo y negativo, cuyo nombre en
sánscrito es IDA y PINGALA. Estas corrientes de energía parecen cruzarse en nudos o puntos entre los chakras, de este
modo se constituye el esquema del Caduceo o Eje de Hermes, que en terminología hindú recibe el nombre de Meru Danda. Cuando las fuerzas positiva y negativa se equilibran, solo entonces, se manifiesta una tercera
fuerza conocida con el nombre de Sushumna (Canal central).
IDA es una fuerza relacionada con
la luna, que fluye hacia abajo. Está conectado con la fosa nasal izquierda, con el lado izquierdo del cuerpo y el hemisferio derecho del cerebro. Es una fuerza con cualidades femeninas, ilustrada de color blanco. PINGALA tiene cualidades masculinas, se relaciona con el sol y es una polaridad positiva, que fluye hacia arriba. Se relaciona con la parte derecha del cuerpo, la fosa nasal derecha y el hemisferio izquierdo
del cerebro. Tiene la facultad de generar calor, mientras que Ida baja la temperatura. Cuando hacemos pranayama (ejercicios de control de la respiración), se equilibran estas
dos fuerzas y se purifican los nadis, haciendo más fácil que el prana esté en Sushumna y que la mente se aquiete.
Purificación de los Nadis
Con "Pranayama" (Ejercicios de respiración) Existen tres clases de Pranayama: inspiración, retención
y espiración. Una vez que hayas logrado firmeza en tu postura y preservado estricto autocontrol, sentado en Padmasana (postura de loto) o bien al borde de una silla para que
tu espalda se mantenga recta, inhala el aire por la fosa izquierda (empieza contando hasta 4 mientras tomas aire*), deberás retenerlo en la mitad de tiempo (en este caso cuenta hasta 2) y entonces exhala por
la fosa derecha (contando hasta 4). Después deberás repetir el ejercicio dirigiendo el aire a través de la fosa derecha, retenerlo, y exhalar luego por la izquierda (en los mismos tiempos), con lo que absorberás el aire
por la misma fosa por la que antes exhalaste. Las personas que practican siguiendo las reglas señaladas y a través de las fosas izquierda y derecha, lograrán la purificación
de los nadis en tres meses. Cabe destacar que cuando los nadis han sido purificados, aparecen ciertos signos en el cuerpo, los que evidencian agilidad,
tez brillante, aumento de los jugos gástricos y, juntamente con todo esto, una ausencia total de fatiga corporal, signos todos de purificación. *Ir aumentando el tiempo, según vayas notando que puedes ir llenando más, pero siempre cuenta con números pares, es decir, si inhalas en 8, retienes en 4 y exhalas en 8.
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